La Paz, Junio 2021
Por Gustavo Torrico / ex-asambleista
El día después …
Cuando se despertó…
No recordaba nada de la noche anterior…
Así comienza la letra de una canción escrita por el cantautor español Joaquín Sabina, y me lleva a imaginar cómo habrá sido la primera mañana de la dictadora, al amanecer en una celda de la cárcel para mujeres en la zona de Obrajes, ya no tenía la servidumbre a su servicio, su escolta y seguridad habían desaparecido, no la esperaba el vehículo presidencial para transportarla, tampoco recibió la acostumbrada llamada de su Ministro de Gobierno Arturo Murillo dándole los tan sensuales buenos días y el parte sobre la seguridad.
Se dio cuenta en ese entonces que el poder es tan efímero que los aduladores de ayer comenzaban a escurrirse, que de pronto se convirtió en un abrir y cerrar de ojos, de ser la “Presidenta” a ser la Presidiaria, los privilegios habían desaparecido en un instante, los que ayer la impulsaron a que sea ella la que se envista con la banda y la medalla presidencial, con el único fin de coronar con éxito el criminal golpe de Estado que habían fraguado durante mucho tiempo, en diferentes escenarios, con distintas formas de llevarlo adelante, con un sinfín de actores y planes, desde el mismo instante que el indio llamado Evo Morales Ayma , atrevidamente había osado disputarle el poder a la clase oligárquica dominante, ganándole por más del 53% de los votos, unas elecciones democráticas, en su cancha, con sus reglas y con sus jueces.
Pero ya no era ayer…
…Sino mañana, un insolente sol como un ladrón …
…entró por la ventana…
Los cerebros que maquinaron el Golpe, todos en su casa, bien gracias, gozando de unas parrilladas en Santa Cruz, caminando libremente y viajando sin ninguna restricción, gozando del mayor placer que nos da la vida LIBERTAD, sus apariciones en la TV, radio y prensa escrita, eran tibias, tratando de imponer su visión de que el asalto al poder, que habían consumado en noviembre pasado era una salida por sucesión Constitucional, ante el fraude monumental (expresión de Carlos Mesa) que habría llevado adelante el MAS, encabezado por Evo Morales, mismo que fuera confirmado, según los golpistas, por la OEA.
… Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido…
… Una vez me contó un amigo común que la vio
…Donde habita el olvido (…) Donde habita el olvido.
Si, todas las cosas y las personas pasan de moda, la imagen de la presidiaria Añez ya no es vendible, aparece como noticia cuando algún elemento nuevo llega a remover las aguas de la mediática, sus declaraciones ante el Ministerio Público, una interpelación parlamentaria al Ministro Eduardo Del Castillo, etc.
Ahora, la pregunta del Millón: ¿vale la pena cargar con todas las penalidades a pagar, por haber sido instrumentalizada para coronar un GOLPE DE ESTADO?
Valió la pena los 5 minutos de fama para comprarlos con quién sabe cuántos años de cárcel ¿???
Fueron suficientes los 300.000 dólares recibidos para aceptar autoproclamarse presidenta ¿?
Fue solo la figura del Régimen o estaba al tanto de los negociados y robo al Estado que estaban realizando sus ministros, incluso su Yerno el “Científico” ¿?
No sería mejor decir la verdad de los hechos, aclarar ante la historia todo lo que ocurrió durante este periodo, desde el inicio del Golpe hasta la recuperación de la Democracia por el pueblo boliviano, valiente, digno e indomable, que no estaba dispuesto a perder sus conquistas alcanzadas en los últimos 14 años.
(…) El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos…, es parte de la letra de una canción que la canta en forma magistral la “Negra” Mercedes Sosa, ahora la señora Añez, está dispuesta a culminar su vida con el peor final que se puede desear para uno mismo, en la prisión, no jugando con sus nietos, no disfrutando del producto del latrocinio al país, no en una playa, no gozando el clima de la bella tierra beniana, ella está sometida a las mismas condiciones del hombre fuerte y tan cercano colaborador Arturo Murillo, otro de los hoy negados por los beneficiarios del Golpe,
Al pueblo boliviano, a las víctimas de las masacres y sus familias, los huérfanos, las viudas y viudos, los heridos, lisiados, presos, encarcelados y perseguidos por su régimen, quedamos con la doble sensación, una de indisimulada alegría por sus detenciones de usted y de su Ministro, pero es más grande la sensación de frustración e injusticia al comprobar que no están siendo juzgados por esos delitos contra el pueblo.