La Paz, 5 de Julio de 2021
Por: Gustavo Torrico Landa, fue Diputado Nacional, Viceministro de Gobierno y Asambleísta departamental, militante del MAS, Socialista Guevarista de ideología y Stronguista de corazón.
Estaba cantando la rana debajo del agua…
Cuando la rana salió a cantar…
Vino la mosca y la hizo callar…
La mosca a la rana, la rana que estaba cantando debajo del agua…
Cuando la mosca salió a cantar, vino la araña y la hizo callar…
La araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba cantando debajo del agua…
Así continúa con una seguidilla de animales que a su turno van haciendo callar al inferior en la escala de depredación, hasta que se llega al hombre, por lo tanto cuando éste sale a cantar, nadie puede hacerlo callar.
Esta canción de juego y entrenamiento para la memoria sale a colación de lo que viene ocurriendo en el Ministerio Público en lo relacionado al caso caratulado como ‘Golpe de Estado’, donde una serie de actores políticos van compareciendo ante la autoridad competente, llamados para su declaración informativa y de esta forma puedan ayudar a esclarecer los hechos suscitados en noviembre del año 2019.
Aquí, de inicio se pudo notar que, en la cadena de la canción, el segundo en el orden intentó romper la cadena argumentando que su canto podría involucrarlo o incriminar a otros personajes que no fueron invitados hasta ese momento a jugar el juego del canto a la verdad. Olvidó el personaje en cuestión que él no es el dueño de la letra ni el ritmo, que muchos otros también saben de las verdades. Si fuera un hombre ético y correcto, como intenta mostrarse ante la población, con ademanes y frases pre-estructuradas, gesticulación acorde a las mismas y un tono que denote seguridad sobre lo expresado, se debe reconocer que sí tiene estos atributos producto de muchos años detrás de la pantalla televisiva o en conferencias y diálogos sostenidos a lo largo de su vida, pero aquí está la gran diferencia que mueve toda esta estantería preparada para presentarse ante el señor Fiscal, para emitir su canto que según él era imprescindible para continuar el juego, qué gran sorpresa, después de llegar a la puerta acompañado por todo un séquito de senadores y diputados, con una gran sonrisa típica de candidato (¿a qué?), toda la mediática esperándolo como al gran actor y personaje, explayándose sobre los motivos que lo llevaron para que esté ahí en ese momento parado y hablando, tuvo que cruzar la puerta, atrás quedaron las cámaras y los micrófonos, así como también su séquito. Se vio de pronto sentado frente a un investigador y los fiscales del caso. Ya no se trataba de hablar lo que él quisiera, se trataba de responder lo que se le preguntaba. Desapareció su sonrisa de candidato, puso el mismo semblante que cuando el TSE daba los resultados obtenidos por cada candidato a la Presidencia del Estado, con porcentajes abismalmente diferenciados entre el 55,10% del actual Presidente Arce, contra el alguito por ciento del señor Mesa, representante de la derecha caduca pero unida. Sintió un calor extraño y húmedo entre sus piernas, recordó sin querer los días de octubre del 2003, las noches de insomnio cuando le tocó gobernar por SUCESIÓN PRESIDENCIAL, la citación a los EEUU para declarar por las masacres perpetradas por el gobierno del cual él era su Vicepresidente. Y entonces su cerebro le volvió a dictar la misma receta para alcanzar una salida: LAVARSE LAS MANOS (no por el COVID-19), mantener silencio cómplice y huir.
La canción y el juego debía seguir, el comportamiento kechiche del señorito no debería ser obstáculo para que los demás personajes no entonaran su canción. Tres valientes mujeres: Teresa Morales, que fue la primera en decir su canto; Susana Rivero, la que vino luego, y finalmente Adriana Salvatierra le dieron ritmo al juego, le pusieron tono a la canción y lo mejor de todo, mandaron a callar al señorito kechiche y llorón.
Llegó el tiempo de que el juego vaya acabando, todos a los que no quiso incriminar e incriminarse junto a ellos ya fueron nombrados, tanto por la primera en el juego y refrendados los mismos por el trío de oro femenino con el que cuenta la patria. Ya el Ministerio Público emitió las citaciones respectivas, deberán presentarse a jugar cantando el canto de la rana, con su canto sabrá el país entero, aunque ya lo sabe, pero necesita confirmarlo, quiénes eran los de la escala superior a los que se debe convocar. Lo necesita el pueblo, las viudas y viudos, los huérfanos, los padres y madres que lloran por el más aterrador dolor que es el de enterrar al fruto de su vientre, los cantares deben aclarar cosas fundamentales de esos días de dolor y luto.
(…) Cuando el hombre salió a cantar… NADIE PUDO HACERLO CALLAR…
Si consideramos que el hombre en verdad se llama JUSTICIA, que sus representantes tanto en el Ministerio Público como en el Órgano de Justicia respetan la Constitución, las leyes y los códigos vigentes, mientras tanto:
…Estaba cantando la rana debajo del agua…
Cuando la rana salió a cantar… vino la bota y la hizo callar.