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Asesino del Presidente de Haití se reunió con el ministerio de defensa a la cabeza de Fernando Lopez días antes de las elecciones

Washington, 23 de septiembre de 2021

Univisión Noticias

Uno de los autores intelectuales del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el 7 de julio, es un sombrío colombiano con doble identidad y estrechos vínculos con agentes del gobierno estadounidense. ¿Es un fugitivo o está protegido por el gobierno de Estados Unidos?

En el caos que siguió al asesinato del presidente de Haití e l 7 de julio, el supuesto escuadrón de sicarios conformado por exsoldados colombianos esperaba ser rescatado por la firma de seguridad en Miami que los había enviado a su misión fatal.

La persona a la que recurrieron fue Arcángel Pretel, un compatriota, radicado en Miami, al que le gustaba presumir de sus conexiones con el gobierno estadounidense y que se cree que era un informante del FBI, según varias fuentes.

«Las tropas están en camino», les dijo, sugiriendo que un rescate del gobierno estadounidense estaba en marcha, según las pruebas en poder de las autoridades que investigan el crimen.

Resultó que eso estaba muy lejos de la realidad.

El papel de Pretel sigue siendo uno de los muchos misterios del asesinato del presidente Jovenel Moïse. Se mudó de su apartamento en Miami poco después de que el FBI ejecutara una orden de registro el 27 de julio y desde entonces ha desaparecido sin dejar rastro.

Antonio Intriago, su socio en CTU Federal Academy, la empresa de Miami que contrató a los soldados colombianos, se siente engañado y no sabe dónde está, según sus abogados.

Las familias de los soldados colombianos también quieren respuestas de Pretel. Le acusan de haber abandonado a sus familiares, tres de los cuales murieron en la operación, y a otros que ahora están detenidos en condiciones miserables en la Penitenciaría Nacional de Haití, donde se quejan de haber sido torturados.

«De momento no hemos sabido nada», dijo Milena Grosso, la esposa de uno de los soldados colombianos capturados. «No ha tenido comunicación con nosotros, con las familias, con absolutamente nadie. No sabemos dónde está. Absolutamente nada», añadió.

En entrevistas con las autoridades de Estados Unidos, Colombia y Haití, algunos de los contratistas colombianos han señalado a Pretel como uno de los principales autores intelectuales del complot para matar a Moïse, según las grabaciones de audio de los testigos, reveladas por Caracol TV.

Pretel, también está identificado como «uno de los jefes del equipo» colombiano y un principal sospechoso en el asesinato, según un detallado informe de investigación de 122 páginas de la policía judicial haitiana, obtenido por Univision Noticias.

Doble identidad

Pretel conocía bien a varios de los contratistas de seguridad y los había reclutado personalmente a través de su empresa de Miami, CTU Federal Academy. Pero lo conocían por su verdadero nombre, Gabriel Pérez, un supuesto entrenador militar en la década de 1990 en la ciudad colombiana de Cali, por entonces sede de uno de los cárteles de la droga más notorios.

Pérez sirvió brevemente en el ejército y más tarde creó su propia empresa de seguridad en Cali, según José Espinosa, un veterano militar que representa a algunas de las familias de los soldados colombianos.

«Era un amigo de total confianza», dijo Yenni Capador, la hermana de Duberney Capador, uno de los colombianos reclutados por Pretel para la misión en Haití. «Por eso se lanzó a la propuesta que se hicieron», añadió, diciendo que a los soldados se les prometió 2.700 dólares al mes a cada uno.

Pretel trabajó más tarde como informante confidencial para el FBI en un caso federal de drogas de 2015 en Nueva York que implicaba a miembros de guerrilleros colombianos de las FARC y el ELN, según un bufete de abogados que representó la familia de uno de los acusados que fue extraditado a Estados Unidos.

CTU Federal Academy

Pretel se presentó en la empresa de Intriago, Counter Terrorist Unit Security (CTU Security) en Miami en algún momento de 2018 como cliente. Alardeó tener fuertes conexiones con las agencias federales, según los abogados de Intriago, Gilbert Lacayo y Joseph Tesmond. También habló de su experiencia en Colombia trabajando con el ejército estadounidense en el ‘Plan Colombia’, una misión de una década para acabar con los conocidos cárteles de la droga del país.

En octubre de 2019, Intriago y Pretel entraron en el negocio juntos, formando una nueva empresa, CTU Federal Academy, que gestionaron conjuntamente según los registros de corporaciones del estado de Florida. En ella figuraba como domicilio principal el mismo que el de la empresa de Intriago, CTU. Intriago le dio un escritorio y un espacio de oficina.

Pretel supuestamente afirmó haber trabajado para el FBI e invitó a los agentes a visitar la oficina de CTU en varias ocasiones y los agentes fueron informados de las acciones de CTU y del próximo plan de negocios en Haití, según los abogados de Intriago.

Pero nunca reveló su verdadera identidad. «Nuestro cliente … fue engañado y confundido por varias personas. Todavía estamos investigando quién hizo qué y cuándo,» dijeron los abogados de Intriago, en una declaración a Univison Noticias. «Todo lo que sabemos es que algunas personas que se presentaron a nuestro cliente no eran quienes decían ser,» añadieron.

En contrato en Haití

En 2020, la compañía fue contactada para proporcionar seguridad a un ambicioso proyecto de desarollo en Haití dirigido por el pastor haitiano-estadounidense, Christian Sanon, con el respaldo de un grupo de inversores.

El contrato prometía lucrativas recompensas más adelante, cuando un nuevo gobierno más favorable a las empresas asumiera el poder tras las elecciones previstas para finales de 2021. CTU Federal Academy consiguió un préstamo de 172,000 dólares para la operación, incluyendo el transporte y el alojamiento de los colombianos en Haití.

Utilizando sus contactos, Pretel reclutó al equipo de seguridad poniéndose en contacto con sus antiguos amigos en el ejército colombiano.

Al parecer, Pretel nunca visitó Haití, posiblemente debido a las restricciones de viaje relacionadas con el estatus especial de inmigración que a veces se concede a los informantes extranjeros para las agencias policiales estadounidenses, según una fuente familiarizada con el caso. También puede haber sido aceptado en el Programa de Protección de Testigos, un sistema altamente secreto diseñado para proporcionar a los informantes que corren alto riesgo nuevas identidades en Estados Unidos para el resto de sus vidas.

El FBI declinó hacer comentarios sobre su relación con Pretel.

Bolivia

Pretel organizó un viaje de negocios para CTU Federal Academy en octubre del año pasado a Bolivia, según los audios revelados por Caracol TV y otros fuentes consultado por Univision Noticias. El viaje se hizo poco antes de unas elecciones muy disputadas, también en busca de contratos de seguridad, gracias a los contactos de Pretel en el Ministerio de Defensa de Bolivia.

Pero se quedó en nada después de que el gobierno fuera derrotado en las elecciones del 18 de octubre. Varios altos oficiales del gobierno saliente, incluido el Ministro de Defensa, huyeron de Bolivia o fueron detenidos por cargos relacionados con la corrupción y su presunta participación en una trama golpista.

Casi no existen fotografías públicas de Pretel, salvo una en la que se parece junto a un jet privado en el aeropuerto ejecutivo de Fort Lauderdale junto a Sanon e Intriago, antes de uno de los dos viajes que su socio realizó a Haití.

Cambia el plan

En un comienzo, el plan era simplemente que el equipo colombiano proporcionara seguridad a Sanon y su grupo de inversores. Las «órdenes del día» emitidas por CTU Federal Academy, vistas por Univision Noticias, muestran que a los soldados se les asignaron tareas de vigilancia.

La ‘orden del día’ para el 28 de junio de 2021 emitida por el equipo de seguridad de la Academia Federal de la CTU en Haití. Crédito: Cortesía de Jose Espinosa / Univision

Los abogados de Intriago afirman que su cliente creía que el contrato de seguridad era totalmente legítimo y legal. Intriago nunca no ocultó, incluso escribió una carta a la embajada de Estados Unidos para explicar su contrato de seguridad.

Durante una visita a Haití a finales de mayo, Intriago intentó visitar la embajada estadounidense para informar a los funcionarios, según fuentes familiarizado con la visita. Fue rechazado por no haber concertado una cita previa. El Departamento de Estado declinó hacer comentarios sobre la visita.

Pero el contrato de seguridad se desmoronó rápidamente por cuestiones de dinero. Sanon se había instalado en un hotel de lujo, pero las facturas quadadan sin pagar. Los colombianos se quejaban de que sólo les daban una comida al día. Algunos dormían en el suelo, sin colchones, hasta que Pretel le envió 300 dólares a Capador para comprar colchones.

De repente, e inexplicablemente, el plan cambió. Pretel emitió nuevas órdenes, según las grabaciones de audio de las entrevistas realizadas a algunos de los colombianos encarcelados por los agentes que investigaban el asesinato, reveladas en exclusiva por Caracol TV en Colombia el mes pasado.

Ahora irían a la casa del presidente armados con una orden de arresto. «Gabriel me dice a mí que vamos a apoyar a las autoridades haitianas con la captura», dijo en uno de la grabaciones el capitán (r.) Germán Rivera, uno de los colombianos capturados que conoció a Pretel en Cali en los 90.

En realidad, el plan era matar al presidente. La orden provino supuestamente de Pretel y de un exfuncionario del Ministerio de Justicia de Haití con buenos contactos políticos, Joseph Badio, según las grabaciones de la cárcel obtenidas de Caracol.

La mayoría de los colombianos se alinearon, creyendo que la misión estaba aprobada por el gobierno de Estados Unidos. Pretel había realizado varios viajes a Nueva York y Washington, donde decía que había reunido con varios ejecutivos del gobierno estadounidense con el objetivo de una transición política en Haití con Sanon, según el informe de la policía judicial haitiana obtenida por Univision Noticias.

Pretel enviaba selfies a Rivera a través de WhatsApp, en los que aparecía entrando en edificios del gobierno estadounidense para asistir a reuniones de alto nivel, según Rivera.

Dos de los colombianos abandonaron la misión a fines de junio después de enterarse de que el verdadero objetivo era asesinar al presidente, según las cintas de audio obtenidas por Caracol.

«Hay muchas cosas aquí que no suenan a verdad. El FBI no hace este tipo de cosas», dijo Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA, refiriéndose a un posible vínculo del gobierno estadounidense con el asesinato. Las agencias gubernamentales estadounidenses tienen el deber de informar si saben que la vida de alguien está en peligro, especialmente del presidente de otro país, explicó.

Además, Moïse era considerado un aliado de Estados Unidos.

Sin embargo, a veces los informantes realizan acciones a espaldas de Estados Unidos. «Todas las agencias tienen informantes que juegan a dos bandas y hacen cosas que la DEA y el FBI no aprueban. A veces bailamos con el diablo, pero no podemos obtener la información que necesitamos sin estos tipos», añadió Vigil.

Pretel no fue el único informante del gobierno estadounidense vinculado al asesinato de Moïse. «O el Sr. Pretel se ha vuelto un pícaro o van a rodar algunas cabezas en el FBI y la DEA», dijo Regina de Moraes, una abogada que representa al informante de la DEA, Joseph Vincent, un haitiano-americano encarcelado en Haití como sospechoso en el magnicidio.

El asesinato

Poco después de la 1.30 de la madrugada del 7 de julio, un equipo de seis exsoldados colombianos irrumpió en la residencia del presidente, según los testimonios de varios de los colombianos y el informe de la policia judicial haitiana.

No encontraron prácticamente ninguna resistencia. Badio está acusado por varios testigos de haber sobornado a miembros de la Guardia Presidencial con 80,000 dólares para facilitar la misión, según el informe de la policía judicial haitiana.

Entraron en la habitación de Moïse y le dispararon 12 veces, matándolo al instante e hiriendo también a su esposa.

Al menos 44 personas, entre ellas 18 ex soldados colombianos y varios policías haitianos, fueron detenidas tras el asesinato. El motivo de su asesinato, y los autores intelectuales, aún no está claro. Agentes del FBI y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) están ayudando en la investigación.

Las autoridades haitianas emitieron una orden de detención contra Badio, pero éste también ha desaparecido.

Una orden de búsqueda de Joseph Felix Badio emitida tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Crédito: Policía Nacional de Haiti

Se sospecha que Badio conspiró con otros políticos haitianos. Las sospechas recaen incluso sobre el primer ministro, Ariel Henry, debido a dos llamadas telefónicas que recibió de Badio, de un total de siete minutos, realizadas apenas tres horas después del asesinato desde las inmediaciones del lugar del crimen. Henry no ha explicado de qué se hablaron en esas llamadas.

Después del asesinato, Pretel nunca cortó sus comunicaciones con los colombianos. Por el contrario, parece que intentó ayudarles en su huida.

La fuga y el supuesto rescate

Después del asesinato, los colombianos huyeron en autos alquilados, llevando cajas de dinero que habían encontrado en la residencia, según los relatos de audio y el informe de la policía haitiana. Supuestamente, el plan era que los soldados se dirigieran al palacio presidencial donde un nuevo presidente juraría su cargo, según las grabaciones de Caracol TV.

Pero su ruta de escape fue bloqueada por los refuerzos policiales que se habían apresurado a llegar al lugar en un esfuerzo tardío por salvar al presidente.

«Gabriel (alias Arcángel) me decía que ya iban a despejar la vía porque la policía tenía dos camionetas atravesando la vía y detrás de las camionetas estaban las tanquetas», decía Rivera, conocido por el grupo como ‘Colonel Mike’. «Entonces Gabriel contestó hasta las cinco de la mañana y yo le dije que me movieran las tanquetas», indicó.

Los colombianos se vieron obligados a ir a pie, antes de esconderse en una casa, donde dicen que esperaron instrucciones de Pretel.

Comunicándose vía WhatsApp, Pretel trató de tranquilizar al equipo de seguridad diciendo que se estaba organizando un rescate con la ayuda del gobierno de Estados Unidos.

«Nos decía luego que ya la embajada de Estados Unidos se estaba moviendo, que iban a traer, yo no sé cuántos soldados americanos, para que nos sacaran», dijo a los investigadores uno de los exsoldados, Jheyner Carmona.

Esos mensajes, ahora en manos de los investigadores, parecen mostrar a Pretel coordinando sus movimientos, según personas familiarizadas con el chat. «Él dirige el espectáculo. Es el maestro que supuestamente va a salvar a estos hombres», según una fuente que ha revisado los mensajes.

Miembros de la policía haitiana y forenses buscan pruebas fuera de la residencia presidencial el 7 de julio de 2021 en Puerto Príncipe, Haití. Crédito: Valerie Baeriswyl/AFP via Getty Images

Captura

Se mantuvieron escondidos durante 36 horas, esperando ser rescatados. Pero el plan de salida -si alguna vez lo hubo- nunca se materializó.

En cambio, los colombianos fueron objeto de un intenso fuego por parte de la policía haitiana, con gases lacrimógenos y granadas. Capador y otros dos murieron.

El resto del grupo, liderado por Rivera, fue guiado por Pretel hasta la Embajada de Taiwán, que estaba vacía, según los audios y los mensajes de WhatsApp. Pasaron la noche allí en constante comunicación esperando noticias de Pretel sobre su próximo movimiento.

A la mañana siguiente, la policía haitiana allanó la casa y los colombianos, ya casi sin municiones, se entregaron.

Los sospechosos del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, se muestran a los medios de comunicación, junto con las armas y el equipo que supuestamente utilizaron en el ataque, en la Dirección General de la policía en Puerto Príncipe, Haití, el jueves 8 de julio de 2021. Crédito: Joseph Odelyn/AP

Desaparición

El nombre de Pretel surgió poco después del magnicidio como uno de los sospechosos en el extranjero. La policía judicial haitiana recomendó que se tomaran medidas legales «con el fin de facilitar la detención» de ellos a través de Interpol, la agencia de cooperación policial internacional.

No se sabe si se emitió alguna orden de arresto en su contra.

Intriago ofreció inmediatamente su plena cooperación a los agentes del FBI que investigaban el caso, entregando sus registros telefónicos y su ordenador.

Dos semanas después del asesinato, el FBI ejecutó órdenes de registro en las direcciones de Intriago y Pretel, y de otro hombre, el inversor que prestó dinero a la CTU Federal Academy.

Poco después, Pretel se mudó de su modesto apartamento de dos habitaciones al oeste del Aeropuerto Internacional de Miami.

Una búsqueda de datos en los registros públicos realizada por Univision Noticias no encontró ningún rastro de él, incluidos los registros de propiedad o telefónicos.

Univision Noticias pudo ponerse en contacto con su antiguo casero, que confirmó que se había mudado recientemente del apartamento. Cuando lo alquiló, Pretel le dijo al propietario que había trabajado anteriormente para el ejército estadounidense.

En Colombia, los familiares de los soldados detenidos quieren saber por qué Pretel atrajo a sus seres queridos a un plan tan siniestro.

«Yo le pregunto que realmente cuáles fueron sus intenciones», dijo Yenni Capador. También rogó «que saliera a dar la cara y que nos dijera ante el mundo de que realmente pasó ese día. Que nos explique a cada una de nosotras que fue lo que pasó», añadió.

En fotos: ¿quiénes son los veteranos colombianos acusados de magnicidio en Haití y sus presuntos cómplices?

A group of the Colombian ex soldiers at their compound in Haiti in the days before the assassination of the Haitian president.jpg
Duberney Capador Giraldo, un ex soldado colombiano muerto durante la operación para capturar a los presuntos implicados en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise, es fotografiado durante su carrera militar, en Tolemaida, Colombia.

1/16Un grupo de ex soldados colombianos en su recinto en Puerto Principe, la capital de Haití, en los días previos al asesinato del presidente haitiano.Univision

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