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Opinión

Un Sistema Educativo que Normaliza y no Desarrolla Talentos

La Paz, 17 de enero de 2023

Por: M.Sc. Marcial Payihuanca Apaza

De un tiempo a esta parte, sin ir lejos, al mirar los utensilios, insumos básicos que se tiene en nuestra sala, cocina, baño, garaje, dormitorios, juguete de niños, estante de libros, etc. es preocupante encontrar que el 95 a 99% de los mismos son importados o de procedencia extranjera, por más básicos que estos fueran como el encendedor o fosforo para prender la hornilla.

En el Sistema Educativo Plurinacional; los estudiantes con talento extraordinario, potencialidades productivas, altas capacidades, superdotados, genios; no están siendo de manera extensa detectados, reconocidos, identificados, ni desarrollados plenamente en sus potencialidades; sin comprender que se trata de un recurso humano estratégico en formación y valioso para la transformación de nuestra patria.

La sociedad, las entidades territoriales autónomas, instituciones educativas y el estado central; no promueven plenamente el desarrollo de talentos, innovaciones, inventos y creaciones inéditas, entonces ¿Cómo se pretende transformarnos o desarrollarnos como país en los campos de la actividad humana Científica Tecnológica, Humanística – Sociocultural, Artística, Musical y Deportiva?

Nuestro propósito es incidir en el sistema educativo a afianzar el desarrollo pleno de estudiantes con Talento Extraordinario que presentan potencialidades productivas y habilidades extraordinarias en los campos de la actividad humana.

La prospectiva a esta problemática de subdesarrollo del país y sistema educativo normalizador debe implementarse procesos de mentoría para el desarrollo pleno de estudiantes que presentan productos y/o habilidades extraordinarias en los campos de la actividad humana; en la perspectiva de que se hacen o se desarrollan talentos. El sistema educativo debe asumir, profundizar y consolidar proceso de atención pertinente, mediante un conjunto sistemático de detección, reconocimiento, identificación, acciones de intervención y concreción de potencialidades.

Cuando un sistema educativo no aporta a la transformación social, cultural, científica, tecnológica, artística, deportiva del país; ósea no hay innovaciones, inventos, creaciones intelectuales y que además solo forma y mantiene a sujetos pasivos, consumistas, extractor y exportador de materia prima; el sistema educativo es atribuible a un “engaño y despilfarro” porque no cumple su rol transformador para vivir bien; simplemente ejerce un rol normalizador, homogeneizador, que ciudadaniza personas, estandariza comportamientos, mutila creatividades, valida e invalida ciertas inteligencias y pensamientos; dando lugar a: fuga o emigración de talentos, mutilación de creatividades, pensamiento de dependencia, consumismo y carencia de oportunidades de formación oportuna y pertinente para desarrollar plenamente a estudiantes con talento extraordinario.

El sistema educativo no enfatiza en las potencialidades, productos y habilidades extraordinarias de los estudiantes, al contrario, mutila las creatividades, erradican imaginaciones, frustran talentos e inhiben el desarrollo de habilidades al no enfatizar y dar respuesta a las necesidades de profundización, generar experiencias de esas potencialidades y capacidades naturales.

El sistema educativo es academicista, teórico, memorístico, reproductor, consumista de ideas y de conocimientos, que se limita a la teoría de libros, dictado de lecciones, escrituras mecánicas en papel, lápiz, pizarra en el aula para reproducir, en donde generaliza y aplica modelos, enfoques, métodos, estrategias y procedimentales educativos oficiales que asimila a ciertas conductas aceptadas y criterios de formación humana estandarizados socioculturalmente para ser buenos empleados, trabajadores, consumistas, obreros competitivos y no así para ser sujetos creadores, inventores, innovadores y emprendedores.

Todos estos aspectos inciden y configuran una forma de pensamiento desde temprana edad en la dependencia, consumismo, tecnicismo y teoricismo de los niños y niñas con talento extraordinario; desde la escuela, la familia y el sistema social dan mayor valor a las notas, calificaciones obtenidas, diplomas y no así a la innovación de productos, creaciones, inventos, innovaciones, habilidades, destrezas y otras potencialidades extraordinarias.

Con este planteamiento, no se está negando la razón de ser de las instituciones educativas; si no que se cuestiona la formación basada en lo teórico, memorístico, repetitivo y consumista. Las instituciones educativas desde nivel primaria hasta educación superior deben reinventarse para que despierte la curiosidad, el pensamiento crítico, desarrollo de la creatividad, que motive a la innovación y sobre todo responda a las necesidades y potencialidades de cada estudiante que presente un producto y habilidad extraordinaria para el desarrollo del país, en todos los campos del accionar humano; mediante estos procesos de atención.

La no detección, identificación y atención educativa oportuna y pertinente posterga y alarga el subdesarrollo y la no transformación de la patria; por ende, la educación sigue siendo una mera reproducción teórico, transmisivo, memorístico y desarraigada sin dar respuesta a problemáticas y necesidades de la realidad boliviana. Sin embargo, todos sabemos y somos conscientes de que los genios de hoy configuran, proyectan y diseñan las realidades de mañana para las futuras generaciones.

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