14 C
La Paz, BO
19, septiembre, 2024
Opinión

La tentación de romper la cuarentena

La Paz, 07 de abril 2020

Ariel Edgar Cusicanqui Barrero / Comunicador Social

Ya todos sabemos del problema de mortalidad, social y económica que ocasionó el patógeno COVID-19 (coronavirus), no solo en nuestro territorio sino a escala mundial. También sabemos que la mejor vacuna que tenemos por el momento es quedarnos en casa, aislados, para evitar la propagación del virus. No obstante, no se ganará ninguna lucha, mucho menos una guerra contra el patógeno que no da tregua, si no contribuimos todos.

Cuando usamos el término «todos» nos referimos a cada individuo de nacionalidad boliviana, tanto del área rural como el área urbana, cambas, collas y chapacos. A los más de 11 millones de personas, incluyendo los que radican en esta hermosa tierra llamada Bolivia. Por lo tanto, todos tenemos la obligación de colaborar los unos a los otros, porque la lucha contra el virus no es de unos cuantos, sino es de todos. Y si queremos lograr el objetivo de eliminar la propagación desmedida, colapso del sistema de salud, perder seres queridos o incluso perder nuestra propia vida, debemos contribuir todos.

Pero no todos podemos quedarnos en casa y es una triste realidad, tal y como lo manifestó el periodista estadounidense Charles Blow «Quedarse en casa es un privilegio, como lo es el distanciamiento social. La gente que no puede, debe tomar una decisión: Quedarse en casa y arriesgar la hambruna, o ir a trabajar y arriesgar el contagio«. Nada más apegado a la veracidad de nuestra realidad.

En ese entendido, y como ya lo habíamos establecido «la lucha es de todos», nuestras autoridades no quedan exentas de esta lucha, es momento que los discursos tan eufóricos apoyados en la biblia, llenos de empatía como cuando nos dicen “Dios bendiga a Bolivia”, y que lo hemos estado escuchado en estos últimos días, se plasmen en hechos y no se queden en promesas de amor que se las lleva el viento.

Todas nuestras autoridades (se deben al pueblo, porque gracias al voto del pueblo están ejerciendo el cargo de servidores públicos) están en la obligación, moral y social de donar sus sueldos para apalear las necesidades de los que menos tienen, de los que viven al día y no están generando ingresos, de los trabajadores que no perciben un salario y todos los que tienen necesidad alimenticia.

Sabemos bien, que nuestras autoridades perciben un sueldo mucho mayor a diferencia de un ciudadano normal, y que en este último periodo dentro de la gestión gubernamental, sus ingresos les han permitido subir sus patrimonios a diferencia de los que están preocupadas y preocupados de que van a llevar a la boca el día de mañana y se sienten tentados a romper con la cuarentena, no por rebeldes, sino porque la necesidad apremia. Esta acción solidaria sería una pequeña retribución de la bendición que el estado les ha dado.

Necesitamos amar más para vivir más, de esta manera continuaríamos la lucha contra el patógeno, en pro de la vida, manteniendo la cuarentena y cuidando la economía del estado.

Ariel Edgar Cusicanqui Barrero es Comunicador Social

Cargando....