La Paz, agosto de 2020
Por: Mario Marañón Albarracín / Periodista
Los casos de coronavirus crecieron en los nueve departamentos del país, principalmente en los centros urbanos que son el motor de la economía del país. En unas regiones se determinó cuarentenas rígidas que en su periodo afectaron seriamente a su economía por a falta de ingresos y los más afectados sin duda es la población.
Nuevamente se abre el debate respecto a la necesidad de efectuar una cuarentena rígida o poner en marcha el sistema económico del país, las ciudades y área rurales.
Sin duda que la pandemia al declararse emergencia nacional por el coronavirus y cuarentena rígida dio lugar al cierre de muchas actividades económicas, crisis y despidos , incumpliendo normas para preservar las fuentes laborales no solo por el sector privado , pero lo que es peor por el gobierno que burla sus propias disposiciones.
Según el Centro de Desarrollo Laboral y Agrario, la pobreza se ha agravado, la tasa de desempleo urbano ha subido de 4,2 % a 7,4 % y la informalidad ronda al 80 % de la población económicamente activa por el desempleo..
El Banco Mundial pronosticó que la recesión en Bolivia puede provocar en 2020 una caída del 5,9 % del Producto Interior Bruto, la peor cifra desde los años 80 cuando el país sufrió una devaluación y una inflación históricas. La peor tasa de esa época fue de -4%, en 1983.
A esas inquietantes cifras económicas, se suma el número de personas afectadas y fallecidas COVID que dan lugar a que por ejemplo La Paz, las autoridades del municipio declaran la necesidad de declarar cuarentena rígida
EXPERIENCIAS DE CUARENTENAS CERRADAS Y RESPONSABILIDAD SOCIAL
A dos meses de cuarentena dinámica en la sede de Gobierno , varios sectores iniciaron su actividad, ese es el caso del transporte público, restaurantes, comercio y otras con medidas de bioseguridad y la población en su gran mayoría cumple con las recomendaciones de circular con barbijos e incluso ropa de protección.
Pero ¿qué pasa con las cuarentenas rígidas?, las informaciones recogidas en medios internacionales como por ejemplo en Argentina, Colombia o Perú en sus capitales por el aumento de casos de coronavirus se declaró aislamiento total, con el resultado que la enfermedad seguía en ascenso.
De acuerdo a los reportes, la cuarentena rígida tuvo dos objetivos, incrementar el número de camas para atender las infección y equipar salas de terapia intensiva. Sin embargo, la medida tuvo efectos negativos graves para su economía entre los que se cuenta cierre de industrias, las pequeñas y microempresas en quiebra, despidos, incremento de desocupación y pobreza.
La recomendación de los expertos médicos en esas ciudades es acudir a la conciencia de la población, a fin que resguardad la distancia social, lave sus manos en forma continua, en las salidas portar barbijos, alcohol en gel y evitar salidas de domicilio sin necesidad.
Con ese panorama, volver a una cuarentena rígida en La Paz , podría dar lugar a un mayor quebranto de la economía familiar, debido a que el transporte público debe suspender sus actividades al igual que varios restaurantes, comercio y otros.
Las autoridades deben evaluar lo que no se cumplió en la cuarentena dinámica , entre las que se puede enumerar la falta de control en el transporte público y sus salidas de acuerdo al número de placa, las atenciónes a la población según su número de cédula de identidad. no existe rastrillaje y testeos en diferentes barrios para detectar casos de coronavirus.
Un nuevo informe conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que solo si se aplana la curva de contagio de la pandemia por COVID-19 se podrán reactivar las economías de la región. El reporte propone un enfoque con tres fases que incluyen la adopción de políticas de salud, económicas, sociales y productivas dirigidas a controlar y mitigar los efectos de la pandemia, reactivar con protección y reconstruir de manera sostenible e inclusiva.
Para enfrentar la pandemia y sus efectos de corto y largo plazo, CEPAL y OPS proponen un conjunto de principios para la acción y políticas, y una amplia gama de medidas de salud, sociales y económicas a desplegarse en tres fases no lineales e interrelacionadas: control, reactivación y reconstrucción.
Ahora toca al gobierno, gobernaciones y municipios, tomar en serio su responsabilidad de preservar la salud de todos los bolivianos y bolivianas,, difundir las medidas de bioseguridad, así como dejar gastos insulsos de propaganda y volcar esos recursos a atender la emergencia de la pandemia.
Depende de todos y y cada uno de nosotros reguardar la vida y que nuestra economía no vuelva a los años de hiperinflación.